Amistad verdadera
Cuando las personas hacemos alguna barbaridad es muy nuestro decir: "pero qué animal eres...". Pues yo digo que ya quisiéramos los humanos parecernos muchas veces a ellos.
Oscar y Arthur nos han dado una lección de amistad verdadera. La historia nos la cuenta 20 minutos: Oscar y Arthur son un perro y un gato de Manchester que vivían en la misma casa, hace unos días Arthur falleció y sus dueños decidieron enterrarle en el jardín de la casa ante la mirada antenta de Oscar. El perrillo no entendía muy bien lo que pasaba, así que esperó a la noche para desenterrar a su amigo y llevarlo a la casa. ¿No es impresinante? Esta historia me conmueve y demuestra el amor que puede llegar a dar un animal, entonces piensas ¿cómo pueden maltratarlos? Y por supuesto, esas personas no son animales ¡ya quisieran ellas! La verdad es que se debería cambiar ese dicho popular...
Ahora cuando llegue a casa llenaré de mimos a mi pequeña cahorrilla, por ella, por el amor que me da, por el amor que dan todos los animales y por aquellos que tienen la mala suerte de caer en manos desafortunadas.
1 comentario:
Claro... luego descubres la que te ha liado tu ya no tan pequeña cachorrilla...
Mua!
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