Andanzas del impresor Zollinger

Una compañera me dejó hace unos días Las andanzas del impresor Zollinger, "ya verás como te gusta, además se lee muy rápido", me dijo. Y es que cada vez disfruto más de las novelas cortas, de esos libros en los que cada págna es imprescindible y no de aquellos que tienen 300 páginas, pues, al menos los que han caído en mis manos últimamente, te cuentan algo al principio y al final, dejándote la sensación de que en las 200 páginas centrales has perdido el tiempo pues no han aportado nada a la historia.

Pero volviendo a lo que nos ocupa, Las andanzas del impresor Zollinger se desarrollan en 150 páginas y cada una de ellas, cada palabra que lees en ellas tiene un sentido para estar ahí. Pablo D`Ors ha confeccionado una novela corta que más parece un cuento para adultos o una fábula para niños. Al final de las aventuras de August Zollinger te das cuenta de que la vida da muchas vueltas pero simpre vuelves a tus raíces y que los seres queridos vienen y van pero el recuerdo permanece en cada uno de nosotros, es más, es importante recordarlos porque dan sentido a aquello que hemos ido haciendo a lo largo de nuestras vidas, pues representan los mejores y los peores momentos de las mismas.