Sólo hay que quererles...

Pancho es el vivo ejemplo de lo que se consigue con un poco de cariño y los cuidados necesarios. Cuando los voluntarios del Refugio Kimba lo recogieron estaba tan delgado que creyeron que tenía alguna enfermedad, pero "lo único" que le pasaba es que se estaba muriendo de hambre... Sólo hay que ver el antes y el depués:

El pobre Pancho es uno más de los perros cazadores que son abandonados en los campos cuando a sus dueños ya no les sirve o simplemente se cansan de ellos, seres inclasificables, sin corazón, personas sobre las que debería caer todo el peso de la ley.

Pancho ha tenido suerte, hoy está recuperado y es un precioso Braco, feliz y cariñoso que está esperando que le lleves a tu hogar, si quieres darle todo el amor que le han negado escribe un email: adopciones@refugiokimba.org / adopciones_kimba@hotmail.com o llama al teléfono: 679 968 900